Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, qué soledad errante hasta tu compañía! Siguen los trenes solos rodando con la lluvia. En Taltal no amanece aún la primavera. | ||
Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos, juntos desde la ropa a las raíces, juntos de otoño, de agua, de caderas, hasta ser sólo tú, sólo yo juntos. | ||
Pensar que costó tantas piedras que lleva el río, la desembocadura del agua de Boroa, pensar que separados por trenes y naciones | ||
tú y yo teníamos que simplemente amarnos, con todos confundidos, con hombres y mujeres, con la tierra que implanta y educa los claveles. |
martes, 28 de octubre de 2008
soneto1
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